El chabolismo regresa a la Barcelona de Ada Colau
En 1947 se construyó el barrió de ‘La Perona’, así llamado por la visita que realizó Eva Duarte de Perón, esposa de Juan Perón ese mismo año. Un barrio humilde y con un numeroso asentamiento chabolista. En junio de 1985 aún quedaban unas 55 chabolas de las 1.000 que había llegado a alcanzar ‘La Perona’. Finalmente, en 1989 se derribaron las últimas barracas y sus moradores se trasladaron, con una indemnización del ayuntamiento, a otros barrios.
Ahora, en 2019, las chabolas han vuelto a Barcelona. No hay más que darse un paseo por los alrededores del Teatro Nacional de Cataluña o por la emblemática Torre Agbar. Ciudadanos y turistas pasan todos los días por asentamientos cercanos a estos característicos edificios.
Según Marilen Barceló, concejal de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Barcelona, es muy lamentable que «en la Barcelona de 2019 aumenten diariamente los asentamientos irregulares, lo que demuestra el fracaso de la gestión de Ada Colau, que ya no sólo no es capaz de reducir la pobreza en Barcelona sino que vemos como aumenta, ante la inacción de su gobierno».
La concejal de Ciudadanos muestra su preocupación por los problemas que pueden generar para la salud convivir en estas condiciones, tanto de las personas que malviven en estos asentamientos como al entorno. «Barcelona necesita de manera urgente un plan para luchar contra la pobreza y el riesgo de exclusión social, pues actualmente hay más del 20 por 100 de la población de la ciudad que vive en riesgo de pobreza y exclusión social», asegura Barceló.
Oscar Ramírez, portavoz del Grupo Popular, pide medidas de contingencia por parte del Ayuntamiento para evitar que el chabolismo crezca más en Barcelona. «Durante años el Ayuntamiento trabajó para erradicar las chabolas de la ciudad y ahora parece que con Colau volvemos a los problemas del pasado, más propios de la Barcelona de principios de los 80».
Ramírez apuesta porque los servicios sociales y Guardia Urbana actúen en zonas como las inmediaciones de las Glòries para que estas chabolas no acaben siendo asentamientos provocados por el efecto llamada de la inacción del gobierno de Colau. También propone que «los solares vacíos se blinden contra posibles ocupaciones ilegales o se les dé un uso provisional para evitar situaciones de campamentos de chabolas».